Aquí vamos a hablar de ejercicios de trabajo técnico, táctico y físico (incluyendo movilidad articular y flexibilidad).
El objetivo de los ejercicios técnicos que trabajamos al margen del equipo, preferiblemente con un entrenador de porteros, es la mejoría técnica de los porteros. Se puede incluir una componente táctica (habitualmente el armado de brazo) si tenemos alguien que lance de manera competente (entendiendo que trabaja para el portero, no está para «vacilarle»). Si no tenemos ese lanzador, se pueden realizar con objetos que pisar, tocar, agarrar, etc.
Como entrenadores debemos vigilar que la ejecución técnica sea correcta y se realice con la mayor velocidad posible. No todos los porteros realizarán la técnica del mismo modo, por sus condiciones antropométricas, pero sí deberán seguir unas pautas comunes. Por ejemplo, girar la cadera para subir una pierna. A medida que la técnica se parezca a lo que estamos buscando, debemos incluir la componente de velocidad. Dependiendo en qué momento de la formación del portero estemos, nos centraremos en la técnica correcta (los más pequeños) o en la velocidad (cuando estén concluyendo la formación y la prioridad sea que paren el balón).
Siempre antes de la realización de gestos técnicos, sobretodo los más avanzados, es imprescindible un buen calentamiento incluyendo ejercicios de movilidad articular y flexibilidad.