El concepto de disociación motriz está referido a la capacidad del portero para utilizar sus extremidades de manera independiente. La idea es que, aunque estemos levantando una pierna (teniendo la otra apoyada) consigamos corregir la situación y parar con los brazos, por ejemplo. No debemos quedarnos encasillados en los gestos estándar, sino que tenemos que ir más allá en nuestros intentos por detener el balón.
Es importante para este tipo de trabajo ser capaz de estabilizar el cuerpo (trabajo de core y de propiocepción), dado que debemos rectificar gestos durante su ejecución. Un modo de trabajarlo es forzar al portero a levantar una pierna levemente antes de realizar la parada. Este tipo de trabajo sólo los realizamos en las categorías superiores, donde son capaces de entenderlo como un recurso.