Siempre debemos estar colocados entre el el hombro del jugador con balón (o el balón para jugadores más jóvenes) y el centro de la portería, a la distancia adecuada. En lanzamientos en proximidad saldremos dos pasos (excepto en grupo 1, que no salimos) para cubrir más portería. En lanzamientos desde los extremos saldremos un paso y en lanzamientos desde nueve metros, nos quedaremos atrás.
La orientación es un concepto técnico, pero unido a la colocación. Todo el cuerpo debe estar «apuntando» hacia el balón. Tanto nariz, como cadera y hombros. Los pies no deben apuntar al balón, dado que es una postura antinatural. Una posición confortable de pies es suficiente, con el balón (o el hombro del jugador) en la línea imaginaria formada por el ángulo entre nuestros pies.